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Tenis | Roland Garros

Nadal emula a Borg y conquista su cuarto Roland Garros consecutivo.

El manacorí superó con más facilidad de la esperada al número uno del mundo por 6-1, 6-3 y 6-0.

 

El español Rafa Nadal entró por la puerta grande en la historia del tenis al conquistar por cuarta edición consecutiva el torneo de Roland Garros, segundo ’’Grand Slam’’ de la temporada, e igualar la gesta del mítico Bjorn Borg al superar en una cómoda final al número uno del mundo, el suizo Roger Federer.

El manacorí destrozó al helvético y solventó el choque en tan sólo una hora y 48 minutos de juego por 6-1, 6-3 y 6-0 lo que supone su vigésimo octava victoria seguida sobre la arcilla roja parisina, donde se mantiene invicto desde su debut en 2005.

Una vez más, y ya van tres, Nadal dejó a Federer con las ganas de conquistar el ’’grande’’ que falta en su impecable palmarés y volvió a demostrar que es casi imbatible en tierra batida tras una gira en la que también ha sumado su cuarto título seguido tanto en Montecarlo como en el Trofeo Conde de Godó. El balear ha batido otro récord al proclamarse campeón sin ceder un sólo set, gesta que sólo habían firmado otros dos grandes jugadores sobre el polvo de ladrillo, Ilie Nastase, en 1973, y Borg, en 1978 y 1980.

Su final más corta sobre la Philippe Chatrier dejó bellas imágenes aunque le faltó la épica de las anteriores ya que Federer no rindió al nivel esperado. Las victorias de Rafa sobre Federer en las finales de los Masters Series de Montecarlo y Hamburgo pesaron como una losa sobre el suizo, que nunca se encontró cómodo y sólo convirtió un ’’break’’.

El manacorí saltó a la Central como un huracán y empezó el partido a su antojo, restando y rompiendo el saque de su adversario al inicio. Federer no lo acusó y dispuso de dos bolas de ’’break’’ en el siguiente juego para empatar la contienda, pero Nadal no se lo permitió y consolidó su ventaja. El suizo no era capaz de replicar a la superioridad del español y tuvo que salvar dos nuevas bolas de rotura en el tercer juego y hasta ahí duró su resistencia en el primer set.

A partir de ese momento,el balear le obligó a moverse en exceso por la pista, atacando con su revés cruzado. La opción de Federer era sacudirse las endiablas bolas que le llegaban a base de cañas, pero se le iban fuera de una pista muy pesada al inicio del choque. Nadal, impecable, consiguió otros dos ’’breaks’’ y cerró la manga al resto tras sólo 32 minutos de encuentro.

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